El Instituto de Estudios Humoristicos Udp junto a RIEH (Red de investigación y estudios del humor) organizaron el segundo congreso nacional de humor, en colaboración con Sala M.E.T, el Laboratorio y Observatorio de lo Cómico, y Fundación jaÜja Centro de estudios humorísticos.
En la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales, se realizó el congreso de humor. En esta ocasión, hubo 5 mesas de debate con distintos temáticas: Humor y representación social; Humor y sonido; Humor y política; Humor y ciencia; Humor y género.
Los invitados a exponer, tal como en el congreso pasado, forman parte de distintos ámbitos sociales y del humor. Asistieron comediantes, académicos, activistas, trovadores, científicos, etc.
Karina Santos, Ignacio Socias, Matias Hermosilla, Tata Barahona, Yolanda Carmin, Leon Murillo, Benito Espinosa, Checho Hirane, Andres Mendiburo, Gabriel Leon, Rolando Jimenez y Su Opazo, fueron algunos de los exponentes de este evento que buscaba reflexionar sobre cómo ha cambiado el sentido del humor en nuestra sociedad frente a la transformación de los contextos socioculturales.
Además, esta fue la instancia propicia para entregar el XII Premio Nacional de Humor Jorge “Coke” Délano, distinción que pretende destacar a un o una comediante que a través de su carrera haya sido o esté siendo un aporte al desarrollo de la comedia nacional. Este año el premio recayó en Adriano Castillo, conocido por su personaje “Compadre Moncho”.
El actor fue el encargado de cerrar las intervenciones del congreso el día viernes 9 en Sala MET, Valparaíso, donde realizó una clínica de Comedia moderada por el anfitrión del lugar, el comediante León Murillo. En relación a este conversatorio, Adriano Castillo señaló en sus redes sociales:
“En esa ocasión, conversamos sobre la evolución del humor y la comedia en las últimas décadas, así como de los nuevos desafíos que debemos asumir todos quienes nos dedicamos a este género.
Hablamos sobre las exigencias de las nuevas audiencias, capas medias con mayor educación, que exigen un humor más reflexivo y diverso.
Conversamos también sobre los nuevos límites del humor: la necesidad de no reforzar estereotipos sobre grupos históricamente discriminados y de asumir los privilegios propios antes de hacer un chiste sobre otros.
Los comediantes heterosexuales de clase media debemos tener claridad sobre los efectos sociales del humor que hacemos. Por ejemplo, no podemos hacer mofa de los homosexuales o de los pobres y luego sorprendernos porque se sienten ofendidos. Hay que reflexionar antes de buscar la risa fácil”